
Orgánico Piezas de seda de Lina Lennox
Cuidando de ti
Tu seda Lina Lennox merece un poco de cariño extra para que luzcas y te sientas lujosa día tras día. La seda es naturalmente delicada pero duradera si se cuida correctamente. Aquí tienes nuestra guía paso a paso para mantener la belleza y la longevidad de tus prendas de seda esenciales.

Lavar la seda a mano
- Prepare un baño de agua fría: llene un lavabo o fregadero limpio con agua tibia, a una temperatura inferior a 30 °C (86 °F). Utilice solo unas gotas de un detergente suave con pH neutro diseñado para seda o lana.
- Añade un toque iluminador (opcional): para darle más brillo, puedes mezclarlo con unas gotas de jugo de limón fresco. Esto puede iluminar suavemente y realzar el brillo natural de la seda.
- Sumerja y limpie suavemente: coloque la pieza de seda en el agua y agítela suavemente. Déjela en remojo durante unos minutos para que se liberen las impurezas. Evite retorcerla o frotarla: las fibras se limpiarán naturalmente con un toque suave.
- Enjuague con cuidado: vacíe el recipiente y vuelva a llenarlo con agua fresca y fría. Enjuague bien la seda hasta que el agua salga clara y se haya eliminado todo el detergente.

Secado para preservar la belleza
- Presione, no escurra: saque la seda del agua y presiónela suavemente entre las manos para eliminar el exceso de agua. Nunca escurra ni tuerza la tela, ya que esto puede dañar las fibras.
- Secar al aire: coloque la seda sobre una toalla limpia y seca y enróllela para que absorba más humedad. Luego, desenróllela y colóquela sobre una toalla limpia en un área sombreada y bien ventilada. Deje que la seda se seque de forma natural, lejos de la luz solar directa, para proteger su color y suavidad.
- Evite el secado con calor: la seda se desarrolla mejor sin exposición al calor extremo. Evite la secadora y los métodos de secado agresivos que puedan debilitar las fibras naturales de la seda.

Consejos adicionales para la longevidad
- Almacenamiento: guarde la seda en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa. Si la cuelga, utilice perchas acolchadas para evitar arrugas y deformaciones.
- Evite el contacto directo con maquillaje o productos para el cuidado de la piel: estos pueden manchar o dañar la seda con el tiempo. Opte por aplicarlos antes de usar sus prendas de seda.